Es el proceso por el cual el hombre se forma y
define como persona. La palabra educar viene de educere, que significa sacar
afuera. Aparte de su concepto universal, la educación reviste características
especiales según sean los rasgos peculiares del individuo y de la sociedad. En
la situación actual, de una mayor libertad y soledad del hombre y de una
acumulación de posibilidades y riesgos en la sociedad, se deriva que la
Educación debe ser exigente, desde el punto de vista que el sujeto debe poner
más de su parte para aprender y desarrollar todo su potencial”
(Navarro, 2004).
CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN
Es
un acto de comunicación: Dentro de la educación interviene
un emisor (educador), un receptor (educando),
un mensaje (contenido educativo). Esto se brinda a través de
un canal para influir positivamente o mejorar sobre el receptor en algún
aspecto.
Emisor: Este emisor puede
ser pasivo (por ejemplo un libro) o activo (un
docente, profesor) pero siempre intentará influenciar sobre el receptor para
incorporar determinado conocimiento.
Receptor: La educación necesita
de otro (educando) que reciba o capte la información y la
procese de la manera adecuada. Por otra parte el receptor es quien configura,
transforma, selecciona y le da sentido propio a la información que recibe.
Creación
propia del receptor: La educación es un
acto que implica la participación activa, intelectualmente hablando, del
receptor. Así, es este quien captará la información que le provee la educación
y creará conceptos o teorías nuevas.
Influencia: La educación requiere
si o si la influencia de una persona sobre otra. Esta influencia está
atravesada por un patrón determinado que le permitirá al receptor (o educando)
elaborar o construir sus propias ideas, objetivos, conclusiones o teorías.
Finalidad: Toda educación tiene
una finalidad concreta y particular. Con frecuencia esta puede
encontrarse oculta o en estado latente. Sin
embargo la educación no es un acto azaroso, descontrolado y sin finalidad
específica. Siempre tiene un objetivo: generar una reacción o
influir de una forma determinada sobre el receptor.
Intención
de la educación: Esta intencionalidad parte del receptor
y, mediante el acto de la educación, intenta penetrar la mente modificando
comportamientos en el receptor. Así, una vez asimilada dicha intensión, esta se
internaliza y se desdibuja, dejando oculta su finalidad.
Aprendizaje
gradual: La educación no es posible sin el
parámetro de tiempo que lo determina. Así la educación debe ser gradual
en el tiempo.
Tipos
de educación: Existen diferentes niveles o tipos de
educación:
- Educación
primaria (educación básica)
- Educación
secundaria (educación media)
- Educación
de grado o superior (educación terciaria educación) – educación
- Educación
universitaria (formación de grado). Si bien ambas poseen
características marcadamente diferentes se las ha ubicado en un mismo
escalón dado que para ambas es preciso la aprobación del nivel
anterior: nivel de educación secundaria o media.
- Educación
de posgrado (máster o magister, maestrías, posgrados)
Para poder acceder a
cada uno de los niveles educativos es preciso haber aprobado los
niveles anteriores. Así para poder acceder a una educación media (educación
secundaria) es indispensable aprobar las evaluaciones pertinentes a la
educación básica y así sucesivamente.
Tipos
de evaluación: La evaluación forma parte del proceso
de asimilación de la educación. Asimismo este proceso nunca finaliza ni se
detiene.
A grandes rasgos se
pueden distinguir 3 tipos diferentes de evaluación:
- Evaluación
inicial. Es
aquella de carácter pedagógico. Se realiza frecuentemente al comenzar un
nivel educativo y tiene como finalidad la evaluación cognitiva de cada
educando. También se indaga sobre el tipo de información previa que posea
el estudiante pero también se evalúan funciones sociales, de carácter o
personalidad.
- Evaluación
formativa. Es
aquella que se realiza casi ininterrumpidamente. Posee un carácter
cualitativo y generalmente influye positiva o negativamente en la evaluación
sumativa.
- Evaluación
sumativa. Este
tipo de evaluación es aquella que evalúa el grado de asimilación como
consecuencia de un proceso de aprendizaje. Posee un puntaje expresado
mediante una letra o un número. Es decir que es un tipo de evaluación
medible cuantitativamente.
ORIGEN DE LA EDUCACIÓN
La educación está tan difundida que no falta en
ninguna sociedad ni en ningún momento de la historia. En toda sociedad por
primitiva que sea, encontramos que el hombre se educa.
Los pueblos primitivos carecían de maestros, de escuelas y de doctrinas pedagógicas, sin embargo, educaban al hombre, envolviéndolo y presionándolo con la total de las acciones y reacciones de su rudimentaria vida social. En ellos, aunque nadie tuviera idea del esfuerzo educativo que, espontáneamente, la sociedad realizaba en cada momento, la educación existía como hecho. En cualquiera de las sociedades civilizadas contemporáneas encontramos educadores, instituciones educativas y teorías pedagógicas; es decir, hallamos una acción planeada, consciente, sistemática. La importancia fundamental que la historia de la educación tiene para cualquier educador es que permite el conocimiento del pasado educativo de la humanidad.
El hecho educativo no lo presenta la historia como un hecho aislado, se estudia vinculándolo con las diversas orientaciones filosóficas, religiosas, sociales y políticas que sobre él han influido. Al verlo así, como un conjunto de circunstancias que lo han engendrado, permite apreciar en qué medida la educación ha sido un factor en la historia y en qué medida una cultura es fuerza determinante de una educación.
Los primeros sistemas de educación:
Los sistemas de educación más antiguos conocidos
tenían dos características comunes, enseñaban religión y mantenían las
tradiciones de los pueblos. En el antiguo Egipto, las escuelas del templo
enseñaban no sólo religión, sino también los principios de la escritura,
ciencias, matemáticas y arquitectura. De forma semejante, en la India la mayor
parte de la educación estaba en las manos de los sacerdotes. La India fue la
fuente del budismo, doctrina que se enseñaba en las instituciones a los
escolares chinos, y que se extendió por los países del Lejano Oriente. La
educación en l a antigua China se centraba en la filosofía, la poesía y la
religión, de acuerdo con las enseñanzas de Confucio, Lao-tse y otros filósofos.
El sistema chino de un examen civil, iniciado en ese país hace más de 2.000
años, se ha mantenido hasta el presente siglo, pues, en teoría, permite la
selección de los mejores estudiantes para los puestos importantes del gobierno.
Los métodos de entrenamiento físico que
predominaron en Persia y fueron ensalzados por varios escritores griegos,
llegaron a convertirse en el modelo de los sistemas de educación de la antigua
Grecia, que valoraban tanto la gimnasia como las matemáticas y la música.
La Biblia y el Talmud son las fuentes básicas de la
educación entre los judíos antiguos. Se les enseñaba a los judíos conocimientos
profesionales específicos, natación y una lengua extranjera. En la actualidad
la religión sienta las bases educativas en la casa, la sinagoga y la escuela.
La Torá sigue siendo la base de la educación judía.
Tradiciones básicas del mundo occidental:
Los sistemas de educación en los países
occidentales se basaban en la tradición religiosa de los judíos y del
cristianismo. Una segunda tradición derivaba de la educación de la antigua
Grecia, donde Sócrates, Platón, Aristóteles e Isócrates fueron los pensadores
que influyeron en su concepción educativa. El objetivo griego era preparar a
los jóvenes intelectualmente para asumir posiciones de liderazgo en las tares
del Estado y la sociedad. En los siglos posteriores, los conceptos griegos
sirvieron para el desarrollo de las artes, la enseñanza de todas las ramas de
la filosofía, el cultivo de la estética ideal y la promoción del entrenamiento
gimnástico.
La educación romana, después de un período inicial en el que se siguieron las viejas tradiciones religiosas y culturales, se decantó por el uso de profesores griegos para la juventud, tanto en Roma como en Atenas.
La educación romana transmitió al mundo occidental
el estudio de la lengua latina, la literatura clásica, la ingeniería, el
derecho, la administración y la organización del gobierno. Muchas escuelas
monásticas así como municipales y catedráticas se fundaron durante los primeros
siglos de la influencia cristiana.
La edad media:
En el occidente europeo, durante el siglo IX
ocurrieron dos hechos importantes en el ámbito educativo. Carlomagno,
reconociendo el valor de la educación, trajo de York (Inglaterra) a clérigos y
educadores para desarrollar una escuela en el palacio. El Rey Alfredo promovió
instituciones educativas en Inglaterra que eran controladas por monasterios.
Irlanda tuvo centros de aprendizajes desde que muchos monjes fueron enviados a
enseñar a países del continente. Entre el siglo VII y el XI la presencia de los
musulmanes en la península Ibérica hizo de Córdoba, un destacado centro para el
estudio de la filosofía, la cultura clásica, las ciencias y las
matemáticas.
Persia y Arabia desde el siglo VI al IX tuvieron
instituciones de investigación y para el estudio de las ciencias y el lenguaje.
Durante la edad media las ideas del escolasticismo se impusieron en el ámbito
educativo de Europa occidental. El escolasticismo utilizaba la lógica para
reconciliar la teología cristiana con los conceptos filosóficos de Aristóteles.
Para este tiempo se abrieron varias universidades
en Italia, España y otros países, con estudiantes que viajaban libremente de
una institución a otra. Las universidades del norte como las de París, Oxford y
Cambridge, eran administradas por los profesores: mientras que las del sur,
como la de Italia y Alcalá de España, lo eran por los estudiantes. La educación
medieval también desarrollo la forma de aprendizaje a través del trabajo o servicio
propio. Sin embargo, la educación era un privilegio de las clases superiores y
la mayor parte de los miembros de las clases bajas no tenían acceso a la misma.
En el desarrollo de la educación superior durante
la edad media los musulmanes y los judíos desempeñaron un papel crucial, pues
no sólo promovieron la educación dentro de sus propias comunidades, sino que
intervinieron también como intermediarios del pensamiento y la ciencia de la
antigua Grecia a los estudiosos europeos.
Humanismo y renacimiento:
El renacimiento fue un periodo en el que el estudio
de las matemáticas y los clásicos llegó a extenderse, como consecuencia del
interés por la cultura clásica griega y romana que aumentó con el
descubrimiento de manuscritos guardados en los monasterios. Muchos profesores
de la lengua y literatura griega emigraron desde Constantinopla en Italia.
El espíritu de la educación durante el Renacimiento
está muy bien ejemplificado en las escuelas establecidas en Mantua (1.925),
donde se introdujeron temas como las ciencias, la historia, la geografía, la
música y la formación física. El éxito de estas iniciativas influyó en el
trabajo de otros educadores y sirvió como modelo para los educadores durante
más de 400 años.
Durante este período se dio una gran importancia a
la cultura clásica griega y romana enseñada en las escuelas de gramática
latina, que, originadas en la Edad Media, llegaron a ser el modelo de la
enseñanza secundaria en Europa hasta el inicio del siglo **. De esta época
datan las primeras universidades americanas fundadas en Santo Domingo (1.538),
en México y Lima (1.551).
La influencia del protestantismo:
Las iglesias protestantes surgidas de la Reforma
promovida por Martín Lucero en el inicio del siglo XVI establecieron escuelas
en las que se enseñaba a leer, escribir, nociones básicas de aritmética, el
catecismo en un grado elemental y cultura clásica, hebreo, matemáticas y
ciencias, en lo que podríamos denominar enseñanza secundaria.
La moderna práctica del control de la educación por
parte del gobierno fue diseñada por Lucero, Calvino y otros líderes religiosos
y educadores de la Reforma.
La influencia de la iglesia católica:
Los católicos siguieron las ideas educativas del
renacimiento en las escuelas que ya dirigían o que promocionaron como respuesta
a la creciente influencia del protestantismo, dentro del espíritu de la
Contrarreforma.
Los jesuitas, como se conoce a los miembros de la
congregación, promovieron un sistema de escuelas que ha tenido un papel
preponderante en el desarrollo de la educación católica en muchos países desde
el siglo XVI.
Desarrollo de la ciencia en el siglo XVII:
El siglo XVII fue un período de rápido progreso de
muchas ciencias y de creación de instituciones que apoyaban el desarrollo del
conocimiento científico. La creación de estas y otras organizaciones facilitó
el intercambio de ideas y de información científica y cultural entre los
estudiosos de los diferentes países de Europa. Nuevos temas científicos se
incorporaron en los estudios de las universidades y de las escuelas
secundarias.
Tal vez, el más destacado educador del siglo XVII
fuera Jan Komensky, obispo protestante de Moravia, más conocido por el nombre
latino de Comenio. Su labor en el campo de la educación motivó que recibiera
invitaciones para enseñar por toda Europa. Su objetivo educativo podría
resumirse en "enseñar a través de todas las cosas a todos los
hombres", postura que se conoce como pansofía.
El siglo XVIII:
Durante el siglo XVIII se estableció el sistema
escolar en Pursia; en Rusia empezó la educación formal. Durante el mismo
período se introdujo el método monitorial de enseñanza, por el que cientos de
personas podían aprender con un profesor y la ayuda de alumnos monitores o
asistentes. Los dos planes abrieron la posibilidad de la educación de masas.
El teórico educativo más relevante del siglo XVIII
fue Jean-Jaques Rousseau. Su influencia fue considerable tanto en Europa como
en otros continentes. Entre sus propuestas concretas estaba la de enseñar a
leer a una edad posterior y el estudio de la naturaleza y de la sociedad por
observación directa. Sus propuestas radicales sólo eran aplicables a los niños,
las niñas debían recibir una educación convencional.
El siglo XIX y la aparición de los sistemas
nacionales de escolarización:
El siglo XIX fue el período en que los sistemas
nacionales de escolarización se organizaron en el Reino Unido, en Francia, en
Alemania, en Italia, España y otros países europeos. Las nuevas naciones
independientes de América Latina, especialmente Argentina y Uruguay, miraron a
Europa y a Estados Unidos buscando modelos para sus escuelas. Japón que había
abandonado su tradicional aislamiento e intentaba occidentalizar sus instituciones,
tomo las experiencias de varios países europeos y de Estados Unidos como modelo
para el establecimiento del sistema escolar y universitario moderno.
El más influyente seguidor de Rousseau fue el
educador suizo Johann Pestalozzi, cuyas ideas y prácticas ejercieron gran
influencia en las escuelas de todo el continente. Su principal objetivo era
adaptar el método de enseñanza al desarrollo natural del niño. Para lograr este
propósito consideraba el desarrollo armonioso de todas las facultades del educando
(cabeza, corazón y manos).
El siglo XIX: la educación centrada en la infancia:
A comienzos del siglo XIX la actividad educativa se
vio muy influenciada por los escritos de la feminista y educadora sueca Ellen
Key. Su libro El siglo de los niños (1.900) fue traducido a varias lenguas e
inspiró a los educadores progresistas en muchos países. La educación
progresista era un sistema de enseñanza basado en las necesidades y en las
potencialidades del niño más que en las necesidades de la sociedad o en los
preceptos de la religión.
Estados Unidos ejerció una gran influencia en los
sistemas educativos de los países de América Latina. El siglo XIX ha estado
marcado por la expansión de los sistemas educativos de las naciones
industrializadas de Asia y África. LA educación básica obligatoria es hoy
prácticamente universal, pero la realidad indica que un amplio número de niños
(quizá el 50% de los que están en edad escolar en todo el mundo) no acuden a la
escuela.
HISTORIA DE LA
PEDAGOGÍA:
La pedagogía como movimiento histórico, nace en la
segunda mitad del siglo XIX. Reconoce serios antecedentes hasta el siglo XVIII,
pero se afirma y cobra fuerza en el siglo XIX, particularmente después de la
primera Guerra Mundial (1.914 – 1.918). Sin embargo, la pedagogía general,
combinada con la historia, tiene entre sus misiones la de intentar un esquema
que haga las veces de brújula para orientar a los educadores en el laberinto de
los sistemas y técnicas pedagógicas que surcan nuestra época.
El pensamiento pedagógico puede decirse que comenzó
su desarrollo desde los propios albores de la humanidad. El sí mismo no es más
que una consecuencia de su devenir histórico, en correspondencia con la
necesidad del ser humano de trasmitir con eficiencia y eficacia a sus
congéneres las experiencias adquiridas y la información obtenida en su
enfrentamiento cotidiano con su medio natural y social.
Las ideas pedagógicas abogan en ese momento crucial
de la historia del ser humano como ente social por la separación en lo que
respecta a la formación intelectual y el desarrollo de las habilidades y las
capacidades que habrían de lograrse en aquellos hombres en que sus tareas
principales no fueran las de pensar, sino las requeridas para el esfuerzo
físico productivo, tales ideas pedagógicas debían insistir lo suficiente para
lograr en la práctica que la mayoría o la totalidad de la "gran masa
laboriosa" aceptara esa condición de desigualdad. Con estas concepciones
es que surgen las denominadas escuelas para la enseñanza de los conocimientos
que se poseían hasta ese momento para el uso exclusivo de las clases sociales
selectas, asignándoseles a las clases explotadas, como única salida de sobre
vivencia, el papel protagónico de la realización del trabajo físico.
Tales concepciones e ideas pedagógicas,
conjuntamente con las cualidades que deben poseer tanto el alumno como el
maestro, aparecen en manuscritos muy antiguos de China, la India y Egipto.
El desarrollo del pensamiento pedagógico tiene
lugar en Grecia y Roma con figuras tan sobresalientes como Demócrito,
Quintiliano, Sócrates, Aristóteles y Platón. Este último aparece en la historia
como el pensador que llego a poseer una verdadera filosofía de la educación. El
pensamiento pedagógico emerge con un contenido y una estructura que le permite
alcanzar un cuerpo teórico verdadero. En el renacimiento la pedagogía figura ya
como una ciencia independiente.
Entre 1.548 y 1.762 surge y se desarrolla la
Pedagogía Eclesiástica, principalmente la de los Jesuitas, fundada por Ignacio
de Loyola y que más tarde, en 1.832, sus esencialidades son retomadas para
llegar a convertirse en el antecedente de mayor influencia en la pedagogía
tradicional.
La pedagogía eclesiástica tiene como centro la
disciplina, de manera férrea e indiscutible, que persigue, en última instancia,
afianzar cada vez más el poder del Papa, en un intento de fortalecer la Iglesia
ya amenazada por la Reforma Protestante.
Se puede decir que la pedagogía tradicional, como
práctica pedagógica ya ampliamente extendida alcanza su mayor grado de
esplendor, convirtiéndose entonces en la primera institución social del estado
nacionalista que le concede a la escuela el valor insustituible de ser la
primera institución social, responsabilizada con la educación de todas las
capas sociales.
Es a partir de este momento en que surge la
concepción de la escuela como la institución básica, primaria e insustituible,
que educa al hombre para la lucha consciente por alcanzar los objetivos que
persigue el Estado, lo que determina que la Pedagogía Tradicional adquiera un
verdadero e importante carácter de Tendencia Pedagógica, en cuyo modelo
estructural los objetivos se presentan de manera tan solo descriptiva y
declarativa más dirigidos a la tarea que el profesor debe realizar que a las
acciones que el alumno debe ejecutar sin establecimiento o especificación de
las habilidades que se deben desarrollar en los educandos, otorgándoles a éstos
últimos el papel de entes pasivos en el proceso de enseñanza al cual se le
exige la memorización de la información a él transmitida, llevándolo a reflejar
la realidad objetiva como algo de quienes aprenden.
La Tendencia Pedagógica Tradicional no profundiza
en el conocimiento de los mecanismos mediante los cuales se desarrolla el
proceso de aprendizaje. Ella modela los conocimientos y habilidades que se
habrán de alcanzar en el estudiante, por lo que su pensamiento teórico nunca
alcanza un completo desarrollo. La información la recibe el alumno en forma de
discurso y la carga de trabajo práctico es mínima sin control del desarrollo de
los procesos que subyacen en la adquisición del conocimiento, cualquiera que
sea la naturaleza de éste, lo que determina que ese comportamiento tan
importante de la medición del aprendizaje que es la evaluación esté dirigido a
poner en evidencia el resultado alcanzado mediante ejercicios evaluativos
meramente reproductivos, que no enfatizan, o lo hacen a menor escala, el
análisis y el razonamiento.
La Tendencia pedagógica Tradicional tiene, desde el
punto de vista curricular un carácter racionalista académico en el cual se
plantea que el objetivo esencial de la capacitación del hombre es que el mismo
adquiera los instrumentos necesarios que le permitan tan solo intervenir en la
en la tradición cultural de la sociedad; no obstante, esta tendencia se
mantiene bastante generalizada en la actualidad con la incorporación de algunos
avances e influencias del modelo psicológico del conductismo que surge y se
desarrolla en el siglo XIX.
Esta teoría resulta ineficiente y deficiente en el
plano teórico, por cuanto ve a éste como un simple receptor de información, sin
preocuparse de forma profunda y esencial de los procesos que intervienen en las
asimilaciones del conocimiento.
La preocupación por lo educativo constituye,
justamente, una de las características de la pedagogía de hoy: no siempre
adopta una forma sistemática, ni se integra en una rígida concepción
científica, sino que aparece junto a otras reflexiones en el sentido estricto
del término.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE
LA EDUCACIÓN EN VENEZUELA (1950-2002)
La evolución de la Educación en Venezuela se realizó de una forma lenta. Desde el inicio del siglo XX y hasta finalizada la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1948-58), es decir, las escuelas que impartían la educación primaria y secundaria, además de las restantes instituciones como las de educación superior fueron creciendo lentamente, pero es precisamente a principios de la década de los años 60, donde la educación venezolana presentó una expansión espectacular, estimulado por un proceso de masificación educativa que se tornó favorable y un aumento en el acceso a la educación de forma notoria para todas las clases sociales del país (ver Naim y Piñango,1989).
Por lo tanto, no es de extrañarse que el gran desarrollo del sector educativo en Venezuela para los años 60, se deba principalmente a la caída de la dictadura, que trajo consigo profundos cambios al sistema educativo, entre los que destacan el inicio del proceso conocido con el nombre de la “democratización de la enseñanza”, con especial atención a los sectores de educación primaria y secundaria, por lo que se crearon nuevas instituciones y se incrementaron el número de maestros y profesores. (Ver Pérez Etal, 1996). Cabe señalar, que una segunda explicación posterior de este desarrollo del sistema educativo se encuentra ligada al entorno económico favorable que presentaba el país para los años 70, sustentado entre otras cosas, en un aumento de los precios del petróleo en los mercados internacionales, lo cual permitió la entrada de grandes cantidades de divisas al país, situación no esperada en la historia reciente de la renta petrolera en la cual se apoyaba el Estado Venezolano (ver Hung y Piñango, 1989). Con base a lo anterior, se inicia posteriormente una política educativa agresiva, sustentada en la teoría del Capital Humano y la cual se encuentra de manera explícita en el V Plan De La Nación, donde el Estado Venezolano, además, se fija una política desarrollista para las áreas económico y social, incluyendo por supuesto la educación.
En atención a lo anterior, en este apartado se realizará un recorrido relacionado al comportamiento legal y matricular de la educación preescolar, primaria, secundaria y superior en los últimos 52 años, y se podrá apreciar de una forma más ilustrativa, las tendencias tanto positivas como negativas, del sistema formal de la educación. Para ello se utilizaron los datos recopilados en ésta investigación, los cuales se encuentran basados en las cifras oficiales publicadas por el Ministerio de Educación, a través de diversas publicaciones entre las cuales destacan las estadísticas educacionales y memoria y cuenta (1950 hasta 2002) referente a matrículas iniciales del sistema educativo nacional.
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