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domingo, 9 de abril de 2017

EDUCACIÓN MUSICAL, RÍTMICA Y DANZA

El término educación musical comprende todo lo que rodea los procesos de enseñanza y aprendizaje con respecto al ámbito de la música: el sistema educativo, los programas educativos, los métodos de enseñanza, las instituciones, los responsables, maestros y pedagogos, etc. La expresión educación musical puede referirse a ámbitos y enseñanzas muy distintos, entre otros los relacionados con la música en la educación obligatoria, la música en instituciones de educación no formal (por ejemplo, las escuelas de música) o la música en instituciones especializadas, como es el caso del conservatorio. La incorporación de la enseñanza de la música desde los primeros niveles escolares hasta los estudios más adelantados en centros musicales específicos o en las universidades es un planteamiento muy común en toda la sociedad occidental.

La música como lenguaje
De las distintas acepciones que el Diccionario de la Real Academia Española destaco:

-Música: Sucesión de sonidos modulados para recrear el oído; Arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente.

-Lenguaje: Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente; Manera de expresarse; Estilo y modo de hablar y escribir de cada persona en particular.

De las distintas definiciones que he encontrado y buscado destacaría algunas como: -El arte de los sonidos con una intención expresiva. -El estudio teórico-práctico de los elementos musicales necesarios para la lectura e interpretación musical de forma comprensiva. -Transmisión de un mensaje construido en base a un código propio y particular formado por cuatro elementos fundamentales: ritmo, melodía, textura y timbre, los cuáles se organizan según una forma musical.

La música ha sido considerada como un lenguaje universal, aunque actualmente el término más aceptado es el de fenómeno universal porque forma parte de todas los culturas. Al expresamos lo hacemos de formas distintas, dependiendo de lo que vayamos a comunicar, al igual que ocurre con la música, tiene pausas, acentuaciones y cadencias. Como cualquier lenguaje necesita de exposición, desarrollo y desenlace. Al tener comunicación y expresión podemos decir que es lenguaje, algunos ejemplos: Aldous Huxley: “la música expresa lo inexpresable”; Aristóteles, “la música expresa los movimientos del alma”, …

Su importancia es reconocida en todas las civilizaciones, por ello grandes pensadores como Platón, Aristóteles, Rousseau, …, asignaron a la música un lugar destacado.

Lo que no se puede negar es que vayamos a donde vayamos la música se encuentra en todas partes.

Educación Rítmica
Si observamos el entorno que nos rodea, podemos ver que el ritmo siempre está presente. Desde el vientre materno experimentamos una serie de ritmos naturales que están en la base de nuestra vida fisiológica (latidos del corazón, respiración...) y también psíquica. El ritmo es algo natural en el ser humano; no existe un ritmo común a todos (por ejemplo, cada uno tenemos una forma peculiar de andar, mover los brazos, hablar...)

Este sentido rítmico podemos emplearlo como punto de partida de la educación musical del niño. Se puede hablar de una evolución rítmica del niño.

Hacia el año y medio el niño utiliza todo su cuerpo para responder a la música rítmicamente, a los 2 años su motricidad va respondiendo ante el fenómeno musical de una manera diferente, dado golpes con los pies en el suelo, balanceándose... 

A partir de 3 años acompaña de forma rítmica una canción, percutiendo con las manos o los pies. Conforme va creciendo comienza a coordinar mejor su propio ritmo con el musical y manifestándolo a través del movimiento.

Dentro de la enseñanza musical el ritmo ocupa un papel muy importante porque proporciona orden, serenidad, equilibrio. Éste ayuda desarrollar capacidades motrices (caminar, correr, saltar...), actividades motrices especiales (juegos de imitación, destreza, precisión rítmica de los movimientos)... El desarrollo del sentido del ritmo favorece la formación del sistema nervioso.

La educación del sentido del ritmo también incluye la educación auditiva: el oído se adapta al ritmo y posteriormente el cuerpo lo traduce en movimiento

El movimiento rítmico ayuda al niño a tomar conciencia y hacerse dueño de su cuerpo, como instrumento musical y de expresión, proporcionándole una mayor agilidad psicológica que le ayudará al afianzamiento de la personalidad y a una mejor adaptación al medio socio-cultural.

El ritmo también tiene relación con la preescritura y el dibujo. A los dos o tres años realizan garabatos, pero poco a poco van tomando conciencia de la relación de su mano con los grafismos. Cuando los están realizando, si les hacemos oír una música apropiada, les ayudamos a efectuar otros movimientos más flexibles que van preparando al niño para la escritura a través de gestos y trazados que al mismo tiempo les van liberando de tensiones musculares.

Existen diversos elementos fundamentales del ritmo musical que los niños pueden ir descubriendo: el pulso o tiempo (sucesión periódica de pulsaciones iguales), el acento (fuerza con la que se ejecuta uno de los pulsos), el compás o ritmo musical (división del tiempo en partes iguales)...

Los niños pueden relacionar el pulso con los pasos al caminar, el tic – tac del reloj, los latidos del corazón. Para trabajar el acento podemos realizar ejercicios sobre recitaciones de versos, canciones sencillas... También ayudará al estudio del mismo juegos donde caminamos al ritmo de una marcha determinada y marcamos con el pie el acento musical...

Es aconsejable seguir un plan de trabajo con nuestro alumnado de Educación Infantil para que vaya conquistando el ritmo de un modo gradual y consciente a través del movimiento, la expresión del cuerpo, los juegos musicales... Los ejercicios sensoriales también podemos utilizarlos como punto de partida de la educación rítmica y de toda la formación musical.

Para desarrollar el ritmo en los niños podemos utilizar instrumentos naturales o musicales. Al hablar de “instrumentos naturales” me estoy refiriendo principalmente al cuerpo como instrumento de percusión que se inicia con el desarrollo del esquema corporal en cuatro niveles: pies, rodillas, manos y dedos, obteniendo diferentes planos sonoros con gran riqueza y variedad de timbres. Esta percusión corporal tiene una gran importancia dentro de la coordinación motriz.

Las actividades musicales rítmicas, vocales, instrumentales y de movimiento tienden a desarrollar la belleza, el equilibrio, la armonía.... Por todo lo mencionado, el ritmo tiene una importancia extraordinaria dentro del desarrollo integral del niño y queda de este modo justificada su educación desde las primeras etapas.

La palabra DANZA proviene de una palabra del sánscrito, y significa “alegría de vivir”, aunque a través de la danza y en su evolución histórica y social se expresan emociones, sentimientos, situaciones, o coreografías que pueden tener un carácter simbólico o representar ideas puramente estéticas. Se puede definir como la expresión a través del cuerpo de una serie de movimientos coordinados, preestablecidos o improvisados y que tienen un finalidad determinada. Esta finalidad es la expresión y comunicación a través de la organización de distintos movimientos corporales, realizados en un espacio y en un tiempo determinado. 

La música, al ser un arte que se transmite en el tiempo, es difícil de apreciar su estructura o su forma, sobre todo para aquellos que no son músicos. 

Aaron Copland sitúa este nivel de percepción un tercer plano de audición más profunda y analítica. Pero nuestro objetivo en la educación musical en primaria es que los alumnos/-as relacionen en primer lugar las distintas secciones que configuran una obra musical sencilla. Por ejemplo, la forma Rondó. En segundo lugar la distinción de temas melódicos, de diseños rítmicos , contrastes de texturas y su relación con la coreografía de la danza ya que esta última se somete en cierto modo a la estructura de la obra musical. 

La música es el arte que se presta por excelencia a ser expresada corporalmente, ya que la música y la danza tienen en común que son esencialmente expresión y comunicación. Los antiguos griegos las unían junto con la poesía en las llamadas artes en movimiento en oposición a las artes estáticas como son la pintura, la escultura y la arquitectura. 

La danza en la educación primaria es especialmente importante durante todos los ciclos de la etapa ya que favorece el desarrollo integral de los alumnos, objetivo primordial en la educación primaria. 

A nivel cognitivo todo lo referente a la obra, autor, contexto social y cultural en que la escribió, percepción y observación de todos los elementos que configuran la obra como melodía, ritmo, textura, timbrica. 

A nivel psicomotriz coordinación global general , independencia segmentaria, pies-manos, imagen corporal, lateralidad y sobretodo la relación espacio- temporal. 

A nivel social y afectivo se potencia principalmente por la cohesión del grupo que supone la realización de una coreografía. La integración en la clase y con los demás. La percepción del yo y de los demás. Todo ello conlleva el desarrollo de actitudes como son el respeto al otro, la tolerancia, etc. 

La percepción visual del musicograma y su observación facilita al alumnos/-as la comprensión de la coreografia y la relación de ésta con la obra que interpretan en forma de danza. 

Nos valemos de un sencillo musicograma para la representación gráfica de su audición. Al relacionar los pasos y movimientos con la audición pueden distinguir auditivamente los distintos temas y el orden en el que estos aparecen. 

Nuestra finalidad es que los alumnos/-as sepan escuchar y distinguir los temas musicales, y los instrumentos que intervienen en el desarrollo de la obra. Al mismo tiempo serán capaces de expresar los aspectos dinámicos y agógicos y el carácter alegre de esta composición. 

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