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viernes, 24 de marzo de 2017

QUE ES EL ACONDICIONAMIENTO NEUROMUSCULAR Y SUS FASES

Es un conjunto de movimientos, ejercicios, posiciones o actividades lúdicas de baja o mediana intensidad y complejidad técnica, dirigidas a preparar física y psicológicamente al individuo para la realización de una actividad posterior más vigorosa, intensa, exigente y/o de más larga duración y complejidad. Los acondicionamientos deben tener un orden lógico y pedagógico. Se pueden realizar orientados de la cabeza a los pies (descendente o cefalopodal), o en sentido contrario (ascendente); de derecha a izquierda, o, tratando primera, fundamentalmente grupos musculares posteriores o de la cara dorsal del cuerpo y luego a los anteriores. Estas dos últimas formas de orientar el acondicionamiento son menos vistas, en relacion con la primera.

El acondicionamiento neuromuscular (N-M), busca fundamentalmente que el individuo se active fisiológica y psicológicamente, que centre su atencion (efecto psicológico), en la actividad que va a realizar posteriormente y a facilitar la adaptación progresiva, gradual y especifica, de sistemas, aparatos y tejidos corporales a las posibles exigencias que se le demandaran a los mismos en lo sucesivo. Si la actividad a realizar es corta y de baja y mediana intensidad, el acondicionamiento no debe ser tan prolongado ni exigente, centrando la atención en los grupos musculares y segmentos corporales que van a estar más comprometidos en la actividad posterior.

El acondicionamiento neuromuscular es coloquialmente conocido como calentamiento, pero éste efecto (de calentamiento), es solo uno de los tantos que depara o produce el acondicionamiento. O sea, uno de los efectos del acondicionamiento neuromuscular es elevar la temperatura muscular y corporal, por el aumento de las contracciones musculares, las cuales producen mayor gasto de energía y desprendimiento de calor, por lo que la persona “se calienta”, pero el hecho de estar caliente no quiere decir que se está preparado para realizar una actividad física más intensa y prolongada. Por ejemplo, el meterse en un sauna y elevar así artificialmente la temperatura corporal, no es garantía que se está acondicionado neuromuscularmente para una actividad posterior más vigorosa. 

De cualquier manera, y a nuestro juicio, los dos términos no deben ser considerados sinónimos; si bien, el acondicionamiento en parte busca calentamiento, no todo calentamiento es un acondicionamiento.

Con el acondicionamiento neuromuscular, algunas zonas corticales empiezan a enviar señales reflejas a diferentes órganos, zonas y grupos musculares, haciendo adaptaciones en frecuencia cardiaca, en la velocidad de los impulsos nerviosos, en la redistribución del flujo sanguíneo, en el aumento de la temperatura muscular y corporal general, entre otros. 

Todas estas adaptaciones o modificaciones previas hacen que el individuo se pueda enfrentar y solventar de una manera más eficiente y segura la realización de las actividades posteriores.

El tiempo dedicado al acondicionamiento neuromuscular puede oscilar entre 10 – 15 minutos, pudiendo haber excepciones con atletas de rendimiento que pudieran necesitar un poco mas de dedicación para su acondicionamiento.

¿Para qué se realiza?
La realización de un acondicionamiento neuromuscular obedece a la necesidad orgánica de ir adaptándose progresivamente a las exigencias a las que es sometido. Los sistemas cardiovascular, respiratorio y energético, principalmente, necesitan tiempo para poder desarrollar todo su potencial y para esto necesitan que se realicen ejercicios u actividades físicas que le faciliten pasar de una actitud pasiva o de relativo reposo a la de ejercicio submaximo, máximo y supramaximal. 

Uno de los beneficios más importantes del acondicionamiento neuromuscular es que mejora la conducción de los impulsos nerviosos desde y hasta los centros nerviosos superiores y desde y hasta los órganos motrices (músculos, huesos y tendones), por eso se le llama neuro (neural, de sistema nervioso) y muscular (parte motriz).

También se le denomina Neuro porque afecta, incide o produce efectos sobre la psique del individuo llevándolo a estados mentales y ondas cerebrales alfa de 8 a 14 c.p.s. (ciclos por segundo), donde el individuo está más preparado para el aprendizaje y para la actuación.

Fases del acondicionamiento Neuromuscular
Generalmente se alcanzan a percibir o a sugerir 3 fases en un acondicionamiento neuromuscular. Estas fases pueden ser consideradas, etapas, momentos, estadios o periodos, por los cuales debe transcurrir el mismo.

Debe existir una primera fase donde se realicen ejercicios de elongación muscular donde el sujeto adopta varias posiciones, mayoritariamente estáticas, pero donde se trata de “alargar” o “estirar” casi al máximo la longitud de los grupos musculares. 

Estos “estiramientos” a los que se le denomina “streching”, que no es más que eso, llevar a los máximos rangos de estiramiento o elongación de los músculos pero con una actitud de precaución para tampoco no ir a causar un desgarro. Por tal motivo, en esta fase de elongación el acondicionamiento neuromuscular no deben haber cambios violentos de posición, ni “insistencias”, sino incrementar progresivamente la longitud de los músculos, mantener la posición en su máximo rango de amplitud o elongación y regresar, aplicando el mismo principio de progresividad para el regreso a la posición inicial y trabajar con la extremidad o grupo muscular contrario. O sea, después de estar en la máxima elongación no se debe suspender violenta y abruptamente el trabajo con ese grupo muscular, dejándolo en su máxima elongación para dedicarse a otro grupo muscular, sino ir disminuyendo la elongación, también progresivamente como se hizo para obtener la máxima elongación, ir disminuyendo la tensión aplicada al músculo hasta llevarlo a su longitud normal o natural.

Esta primera fase se les observa más claramente a los corredores de maratón o de pruebas pedestres, quienes momentos antes del entrenamiento o de sus “salidas” se dedican a “estirar” los cuádriceps femorales, gemelos y soleos. 

Los nadadores acostumbran alongar suficientemente los músculos de los hombros. Los gimnastas deben dedicarse un poco más a la gran mayoría de sus articulaciones por su elevada demanda sobre su aparato locomotor cuya disciplina les exige cambios extremos de posiciones corporales y de ángulos de sus articulaciones en el menor tiempo posible, por eso se dedican mucho tiempo a mejorar su flexibilidad.

En una segunda etapa o estadio del acondicionamiento neuromuscular debe estar constituida por actividades dirigidas a aumentar la movilidad articular. Esto es, realizar ejercicios dinámicos de articulaciones donde se incluyan, fundamentalmente, rotaciones, circunducciones, flexiones, extensiones, pueden ser con o sin desplazamiento, trabajando en círculos, ajedrez, o en columnas. Se recomienda que para grupos novatos, principiantes o sujetos no muy expertos el acondicionamiento deba ser dirigido por el docente o instructor, para que sea valorada la ejecución en el mismo momento, en cuanto a intensidad, amplitud, repeticiones. 

Grupos más avanzados pueden realizar sus acondicionamientos de una forma más personal o libre, sin dejar de evaluar periódicamente la calidad y duración de los mismos, insistiendo en grupos musculares o articulaciones que se hayan quedado sin mucha atención.

Hay quienes en esta segunda fase la subdividen en dos: una, para realizar ejercicios de movilidad articular, estando el individuo en un mismo lugar (sin desplazamiento), se realizan circunducciones, elevaciones, flexiones y extensiones de hombro, caderas y cuello,, elevaciones y depresiones escapulares, basculaciones, circunducciones y lateralizaciones de cadera, entre otros, pero sin desplazamiento de los participantes.

Otra, incluyendo los ejercicios anteriores pero con desplazamiento (sin llegar a trotar), en un, dos, tres, y cuatro apoyos, en posición dorsal y facial (con desplazamientos), por ejemplo, las carretillas por parejas en dorsal y facial, rodamientos o volteos en el eje cefalopodal (rollitos o bollitos).

Una tercera fase del acondicionamiento, que es donde mas se incrementa el aumento de las funciones cardiacas, respiratorias y energéticas, es la que incluye trotes a diferentes ritmos, cambios de dirección sobre el trote, elevaciones de rodillas, torsiones de tronco, flexiones de cadera, multisaltos de mediana altura, carreras muy cortas pero muy intensas (piques muy cortos). Aquí en esta tercera fase del acondicionamiento es donde se pueden manifestar las frecuencias cardiacas mas elevadas (dentro del acondicionamiento), pero luego de esta debe venir una fase de “transición” entre el final del acondicionamiento y el inicio de la actividad propiamente y para la cual se realizo el acondicionamiento. El incluir los trotes ya casi al final del acondicionamiento obedece a la necesidad de ir adaptando progresivamente los componentes osteoarticulares y ligamentosos de las articulaciones al ejercicio; el conjunto de actividades realizadas antes de los trotes, rebotes y carreras facilitan el aumento de la viscosidad en superficies articulares, capsula sinoviales y demás tejidos interarticulares, lo que facilita y aumenta el rango de amplitud de las articulaciones disminuyendo el riesgo a las lesiones.

¿Cuál es su importancia?
Adoptar progresivamente los sistemas respiratorio, osteomuscular, osteoligamentoso, tendinoso, energético, cardiovascular, hormonal al ejercicio o a una actividad de mayor exigencia significa o representa la posibilidad de disminuir lesiones , disfunciones o molestias en cada uno de los sistemas, aparatos, órganos o tejidos que se involucran en la realización de las actividades físicas, ya sean cotidianas, profesionales o deportivas.

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