Los signos de puntuación son herramientas que permiten al lector comprender el significado de los textos, ya que permiten dentro del texto escrito marcar pausas y la entonación del habla. El uso de los signos de puntuación posee gran importancia ya que su forma correcta permite resolver o eliminar ambigüedades. Por otra parte, los signos de puntuación permiten estructurar el texto, ordenando las ideas y jerarquizando las mismas en principales y secundarias lo que permite al lector una mejor interpretación, análisis y comprensión del texto. La puntuación varía según el estilo de escritura; sin embargo, las diferencias de estilo que se puedan presentar no eximen a nadie de cumplir con ciertas normas mínimas y de evitar errores generalmente considerados como inaceptables.
No obstante, hay que advertir que más allá de cualquier norma establecida, los signos de puntuación componen también la arquitectura del pensamiento escrito. En este sentido, y tal y como sucede en poesía desde hace más de un siglo, no existen normas exactas para reglamentar el correcto uso de los signos en las partituras, tanto narrativas como poéticas. En términos de principios y parámetros, los signos de puntuación entrarían a formar parte de los parámetros del lenguaje, y en consecuencia se sitúan en un proceso de constante evolución y son variables, por lo tanto pueden depender de otros factores.
Si la finalidad última es la comunicación, podría resultar paradójico encontrarnos con licencias ortográficas que no respetan el modo convencional de escritura y que, sin embargo, expresan a la perfección los conceptos y los ritmos internos, invisibles de otra manera.
Como ejemplo de variable «en el extremo» se situarían los cambios en las formas de escritura que están imponiendo los nuevos medios de comunicación, chat, blog, SMS... que más que atacar a las viejas estructuras del lenguaje realizan de él un uso específico, adecuado a la velocidad y otras características del medio en cuestión; incluso cuando lo correcto es respetar el uso de los signos de puntuación y evitar la degradación de la lengua española por modismos.
A continuación les presentamos los signos de puntuación:
1.- La coma.
La coma indica una breve pausa en la lectura. Se emplea:
1.- Para separar dos o más palabras o frases que sean de la misma clase, o formen enumeración, siempre que entre ellas no figuren las conjunciones y, ni, o.
Tenía coches, motos, bicicletas y autobuses.
2.- Para separar dos miembros independientes de una oración, haya o no conjunción, entre ellos.
Los soldados saludaban, la gente aplaudía, y los niños no paraban de cantar.
3.- Para limitar una aclaración o ampliación que se inserta en una oración.
Descartes, gran filósofo francés, escribió muchos libros.
4.- Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y seguidas de coma, tales como: en efecto, es decir, de acuerdo, en fin, por consiguiente, no obstante y otras de la misma clase.
-Dame eso, es decir, si te parece bien.
-Contestó mal, no obstante, aprobó.
5.- El vocativo se escribe seguido de coma si va al principio de la frase; precedido de coma si va al final; y entre comas si va en medio.
Carlos, ven aquí. Ven aquí, Carlos. ¿Sabes, Carlos, quién reza?
2.- EI punto y coma.
Indica una interrupción más larga que la de la coma. Se emplea:
1.- Para separar los diferentes miembros de una oración larga en la que ya hay una o más comas.
Visitó muchos países, conoció a mucha gente; sin embargo, jamás habló de ello.
2.- Antes de las conjunciones o locuciones conjuntivas mas, pero, aunque, no obstante, cuando las oraciones son largas. Si son cortas, basta con la coma.
Siempre hablábamos de cosas muy interesantes, a veces, aburridas; pero siempre hablábamos.
3.- El punto.
Separa oraciones autónomas.
El punto y seguido: Separa oraciones dentro de un mismo párrafo.
El punto y aparte: Señala el final de un párrafo.
El punto y final: Señala el final de un texto o escrito.
NOTA: Después de punto y aparte, y punto y seguido, la palabra que sigue se escribirá, siempre, con letra inicial mayúscula.
Se emplea:
1.- Para señalar el final de una oración.
Se acabaron las vacaciones. Ahora, a estudiar.
2.- Detrás de las abreviaturas.
Sr. (señor), Ud. (usted), etc.
4.- Los dos puntos.
Se emplean:
1.- En los saludos de las cartas y después de las palabras expone, suplica, declara, etc., de los escritos oficiales.
Estimados Sres: Por la presente les informamos...
2.- Antes de empezar una enumeración.
En la tienda había: naranjas, limones, plátanos y cocos.
3.- Antes de una cita textual.
Fue Descartes quien dijo: "Pienso, luego existo".
4.- En los diálogos, detrás de los verbos dijo, preguntó, contestó y sus sinónimos.
Entonces, el lobo preguntó: - ¿Dónde vas, Caperucita?
5.- Puntos suspensivos.
Se emplean:
1.- Cuando dejamos el sentido de la frase en suspenso, sin terminar, con la finalidad de expresar matices de duda, temor, ironía.
Quizás yo... podría...
2.- Cuando se interrumpe lo que se está diciendo porque ya se sabe su continuación, sobre todo, en refranes, dichos populares, etc.
Quien mal anda,...; No por mucho madrugar...; Perro ladrador...
3.- Cuando al reproducir un texto, se suprime algún fragmento innecesario. En tal caso, los puntos suspensivos se suelen incluir entre corchetes [...] o paréntesis (...).
6.- Signos de interrogación
Se utilizan en las oraciones interrogativas directas. Señalan la entonación interrogativa del hablante.
Se escriben:
1.- Al principio y al final de la oración interrogativa directa. ¿Sabes quién ha venido?
NOTA: Jamás escribiremos punto después de los signos de interrogación y de exclamación.
7.- Signos de admiración.
Se utilizan para señalar el carácter exclamativo de la oración.
Se escriben:
1.- Se escriben para empezar y finalizar una oración exclamativa, exhortativa o imperativa. También van entre signos de exclamación las interjecciones.
¡Siéntate! ¡Qué rebelde estás! ¡Fíjate como baila! ¡Ay!
8.- Uso del Paréntesis.
Se emplea:
1.- Para encerrar oraciones o frases aclaratorias que estén desligadas del sentido de la oración en la que se insertan.
En mi país (no lo digo sin cierta melancolía) encontraba amigos sin buscarlos...
2.- Para encerrar aclaraciones, como fechas, lugares, etc.
La O.N.U. (Organización de Naciones Unidas) es una...
9.- La raya.
Se emplea:
1.- Para señalar cada una de las intervenciones de los personajes en un diálogo.
-Hola, ¿cómo estás? -Yo, bien, ¿y tú?
2.- Para limitar las aclaraciones que el narrador inserta en el diálogo.
-¡Ven aquí -muy irritado- y enséñame eso!
10.- Uso de las comillas.
Se emplean:
1.- A principio y a final de las frases que reproducen textualmente lo que ha dicho un personaje.
Fue Descartes quien dijo: "Pienso, luego existo".
2.- Cuando queremos resaltar alguna palabra o usamos una palabra que no pertenece a la lengua española.
La filatelia es mi "hobby". Ese "Einstein" no tiene ni idea de lo que dice.
11.- USO DE LOS CORCHETES.
Es un signo ortográfico doble (compuesto por dos signos simples, uno de apertura y otro de cierre) que aparece acotando una oración que se intercala en otra con la que está relacionada, en expresiones matemáticas y en lenguaje informático.
USO
Se aplican de igual manera que los paréntesis, aunque con menos frecuencia que estos, pues suelen emplearse para intercalar una oración dentro de otra, que ya está entre paréntesis.
La tumba de Jim Morrison (cantante de The Doors [mítica banda de rock del siglo XX]) se encuentra en el cementerio Père Lachaise de París.
Otro uso bastante frecuente es el de poner entre corchetes puntos suspensivos para indicar que en un texto citado literalmente ha quedado un fragmento sin citar.
Bajel pirata que llaman/por su bravura, el Temido/ [...] / y va el capitán pirata/cantando alegre en la popa/Asia a un lado, al otro Europa/y allá a su frente Estambul [...].
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