En el ambiente educativo, normalmente se escucha a profesores, a Directores de centros, de Distritos, de Direcciones Regionales, etc., hablar del Plan de Clases, de Programación de Actividades, en fin, se les escucha hablar de planificar las cuestiones educativas propias de su desempeño. Estos planes y programas oscilan en torno a un grupo de estudiantes, a un contenido educativo, a un centro docente, una comunidad educativa o una sociedad de padres y amigos de la escuela, entre otras.
Cuando se habla de planificación ésta puede ser considerada a nivel micro o a nivel macro, todo depende de si se refiere a una parte pequeña o una parte grande, si es una unidad de un conglomerado o es el conglomerado completo. No importa si se habla de una cosa o de la otra, en cualquier caso, se está hablando de planificación e ineludiblemente al hablar de ésta, se está hablando de Estadística.
Las estadísticas son necesarias tanto para los maestros como los directores de los centros, de distritos, de las regionales y los diversos funcionarios de los estamentos del Sistema Educativo, es decir, todos/as los actores que interactúan en la conducción de la cuestión educativa.
La estadística es la base de la planificación. Para planificar y obtener resultados acertados hay que disponer de estadísticas confíales y oportunas. Confiable significa que respondan a la realidad y que sean de cobertura total y lo de la oportunidad guarda referencia con el momento; un dato estadístico deja de ser bueno cuando pierde oportunidad, es decir si no se tiene en el momento que se necesita.
El profesor, el director del centro y de los estamentos de dirección, no sólo deben desempeñarse con estadísticas educativas, es decir las que se producen al interior del centro educativo, por ejemplo la cantidad de estudiantes de la escuela, de una tanda o de grado; o en qué rango de edad se encuentran, sus calificaciones; número de aulas, cuántos maestros hay en la escuela, por género, años en servicio, etc.
Pero además deben manejar otras estadísticas, como las que se refieran a la salud de los estudiantes, cuáles son las enfermedades más frecuentes que padecen, las vacunas que les han sido administradas. Estadísticas sociales, como lugar donde viven, con quien viven y estadísticas demográficas referidas a la población de la comunidad y su estructura por sexo y edad, número de hermanos, niños/as en edad escolar, etc.
Lo que se quiere significar es que las estadísticas son la base de la planificación para el logro de estrategias y cumplimiento de metas y objetivos, en todo lo que tiene que ver con el quehacer educativo.
Si se crea la cultura de utilizar los recursos estadísticos que son una manifestación del resultado de desarrollo educativo se podría obtener mejores productos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
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