La Recreación como término a definir y fenómeno social, viene siendo tomada en cuenta por las Ciencias Sociales desde mediados del siglo veinte. En la actualidad nos encontramos con un sin número de ensayos y trabajos sobre la recreación tanto a nivel conceptual, desde una gran necesidad de definirla, como a nivel de la práctica, donde podemos encontrar grandes repertorios de actividades y técnicas para el trabajo concreto con grupos, en diferentes ámbitos.
De hecho la recreación puede ser vista y analizada desde distintas miradas y formas de interpretación, como desde distintas ideologías. Podemos encontrar profesionales y teóricos que cuando se refieren a ella lo hacen nombrando un mundo de ofertas correspondiente a la industria del ocio, que hace posible la ocupación del tiempo libre de los sujetos. Otros que enfocan de manera fundamental al fenómeno a partir de la experiencia vivida por los sujetos al experimentar distintos sentimientos y situaciones que otorgan la realización de cualquier actividad recreativa. U otros como nosotros, que enfocamos este tópico como la posibilidad de socializarse generando condiciones saludables. Es evidente que mediante la recreación, el hombre obtiene satisfacciones por los adelantos que la creatividad humana produce; cualidad ésta que tiene la particularidad de producir lo que no existe a través de la inventiva del cerebro humano. La recreación es un factor de bienestar social que contribuye a mejorar la calidad de vida mediante el autoconocimiento, interacción y comunicación con su contexto social.
Las ideas antes expuestas suponen cualquier tipo de actividad que aunque pueda generar efectos negativos y/o patológicos, como los juegos de azar, al ingerir excesivamente bebidas alcohólicas, conductas de grupos violentas o pandillas de vicios o de vandalismo. Todos estos fines y otros similares pudieran ser considerados como actividades de ocio, realizadas por escogencia libre y placentera.
Como puede notarse, el problema de conceptuar a la recreación puede conducir a equívocos, al no conferírsele el valor que ella tiene en sí misma. En este sentido es vista solo a la luz del placer inmediato que proporciona y no como un asunto de interés público o social, de allí que muchos autores enfatizan que al proporcionar la recreación así pudiendo acceder al patrimonio cultural de los pueblos.
Es importante tomar en cuenta, no solo a la escogencia voluntaria, libre y disfrutable por el participante, sino el que sea socialmente aceptable, cónsono con lo moral y que logre significar una contribución importante en el desarrollo de la personalidad y en el bienestar del participante y de la sociedad en general.
En consecuencia, queda claro entonces que la concepción moderna de la recreación debe tomar en cuenta el aspecto social y claro está, el individual, pero desde el punto de vista del crecimiento humano. Sobre la base de tales ideas se establece una nueva orientación para concebir a la recreación, como una de las vías que coadyuva a la formación de un ser humano integral capaz de contribuir con el desarrollo social mediante la utilización positiva del tiempo libre.
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